Es obvio que el
estar encima de un escenario recitando líneas ofrece el beneficio de
desarrollar las cualidades de la oratoria en público, pero lo más importante
detrás de ello es que los pequeños desarrollan la confianza suficiente como
para poder abogar por sí mismos y expresarse mejor. Los beneficios de poder
hablar en forma competente con las personas adultas, en un foro público y en
frente de un aula de clase son sustanciales. Los niños y niñas que practican el
arte de la expresión en público en un formato estructurado (teatro) aprenden a
hacerlo antes que se comience a formar el miedo al fracaso que sienten los
adultos al hablar frente a un grupo.
Al inscribir a
sus hijos en un taller de teatro les están dando la oportunidad de desarrollar
su voz, la memoria, el manejo del miedo escénico y el uso de herramientas
físicas y visuales para fortalecer el poder de sus palabras. Ayudará a
enfrentar de manera positiva los retos que les pueda presentar su educación
escolar, permitiendo también que comuniquen sus opiniones y que tengan más
facilidades para resolver los conflictos que enfrentarán.